Menéndez Menéndez, Esteban


Resumen

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Belmonte de Miranda

Parroquia: Quintana

Entidad: Quintana

Zona: Occidente de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca del Camín Real de la Mesa

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Religión

Tipo: Religiosos

Dirección: Quintana

Código postal: 33836

Web del municipio: Belmonte de Miranda

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Belmonte de Miranda

Descripción

Esteban Menéndez Menéndez, sacerdote nacido en Quintana (pueblo del concejo o municipio asturiano de Belmonte de Miranda) el 22 de abril de 1927.

Durante prácticamente medio siglo fue párroco de Santa Bárbara, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio, y desde 1985 capellán de la residencia Virgen del Carbayo, regentada por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Ciaño (distrito urbano de la ciudad de Langreo, capital del concejo del mismo nombre).

Falleció en el Hospital Universitario Central (Oviedo) el 26 de abril de 2011, a los 84 años de edad.

IN MEMORIAM

  • Autor: Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro Apóstol (Gijón, Asturias)

Su parroquia de siempre, a la que entregó toda su vida, en la que fue cariñosamente querido, preparaba sus bodas de oro, sus cincuenta años de párroco, pero la muerte le alcanzó primero de forma inesperada. Los feligreses han reparado y ornamentado el templo con todo entusiasmo y proyectan iniciativas e ideas para celebrar esta efeméride de don Esteban. Para ellos, don Esteban era mucho don Esteban. En él la bondad se hizo carne, se hizo presencia viva en su persona. Al mismo tiempo, los invade una resignada nostalgia, porque don Esteban difícilmente tendrá sucesor residente allí, tal como aprieta la escasez de sacerdotes en esta época.

Esteban era un belmontino que vio la luz en el pueblo de Quintana, hizo el pasado 22 de este abril, día de Viernes Santo, 84 años. En el Seminario pasó, como era muy normal entonces con aquella disciplina del «mea maxima paenitentia vita communis est» y ambiente educativo monacal, como un muchacho piadoso y trabajador, de acusada timidez, amigo fiel y con una cualidad destacada: era un gran tenor, cantaba extraordinariamente bien. Cuenta uno de sus discípulos que el gran director musical que fue don Alfredo de la Roza le tenía que obligar a interpretar las partes de solista, porque él consideraba que había otros que podían hacerlo mejor.

Recibió la ordenación sacerdotal el 30 de mayo de 1954, como final del mes de las flores dedicado a la Virgen, en un año centenario y jubilar de la proclamación del dogma de la Inmaculada.

Pasó sembrando su bondad y su entrega abnegada y silenciosa por San Juan de Mieres y Campo de Caso. El año 1961 lo recuerdan los sacerdotes de aquella época como el año del tsunami parroquial. El año del concurso de curatos, donde los del Este fueron al Oeste, los del Oeste al Centro, los del Norte al Sur, los de la playa a la cuenca minera, los de Mieres y Langreo a respirar aire puro a la montaña. A don Esteban le asignaron una parroquia cercana, aunque distinta: Santa Bárbara de San Martín del Rey Aurelio, la primera parroquia que en Asturias tomó este patronazgo. La imagen o la efigie de la santa, protectora de los mineros, estaba ya a la entrada de las minas del Fondón, Santiago, Figaredo? Ahora se le elegía como patrona de parroquia. Gente minera que tiene un prau con una o dos vaquinas de leche para el consumo de casa, noble, agradecida, sencilla, generosa, solidaria y religiosa en su mayoría. Se hizo cargo de ella el 13 de julio de 1961. Los que habían pasado antes, párroco y coadjutor, habían hecho un gran trabajo y levantado el nuevo templo. Santa Bárbara se independizó de la de San Martín en 1892. La bondad y el desprendimiento de don Esteban le abrieron enseguida todas las puertas y todos los caminos e hizo que secundaran sus iniciativas. Trabajó por el pueblo y para el pueblo. Él estaba allí por ellos, para ellos. En él el servicio tomó forma de humildad. Formó la familia parroquial, que fue una de las novedades participativas y de colaboración e integración de los fieles en la parroquia que se fomentaron en aquellos años sesenta de tanta creatividad pastoral. Se preocupó de las vocaciones sacerdotales. Precisamente yo le conocí y fui por primera vez a Santa Bárbara al cante misa de José María Orviz, actual párroco de Leces y Las Caravías, hace cuarenta y un años. Aquel hombre, que no metía ruido, con aquella mirada amable y acogedora, lo tenía todo meticulosamente preparado. Me llamó la atención la alegría del pueblo por aquel acontecimiento y festejo popular. En los pueblos solidarios las alegrías y las penas son de todos.

Esteban fue un hombre que no descuidó nunca su formación. Era de los asiduos a los cursos de formación permanente del clero y fue un incansable viajero en las excursiones que hacía la parroquia de San Juan de Oviedo, promovidas por don Fernando, de quien era amigo y condiscípulo. Saber y conocer fueron sus aficiones personales.

Los pueblos de las Cuencas van perdiendo población. La crisis económica, la transformación laboral y la baja natalidad los va diezmando. El asilo de las Hermanitas de Ciaño necesitaba capellán. ¿Quién mejor que don Esteban que con su paciencia hecha virtud y su capacidad de escucha y siempre con su corazón cada vez más enriqueció bondad? La bondad, cuanto más la siembras más se multiplica, aunque sea entre cizaña. Desde 1985 estuvo al servicio de la residencia de ancianos Virgen del Carbayo. Las religiosas se hacían lenguas de él.

Hace poco más de un mes, tenía propósito de asistir a los ejercicios espirituales de la Casa Sacerdotal de Oviedo. Un infarto se lo impidió. Desde entonces quedó muy delicada su salud. Los años también suman para que la medicina pueda hacer imposibles. Sabemos de qué pasta estamos hechos. Y Esteban era uno de los muchísimos que confían en que hay Alguien, que ha muerto y resucitado, que los espera. Para él las primicias de esta Pascua de 2011. Y la celebración de sus cincuenta años con su parroquia de Santa Bárbara, primero con el Señor y luego con los feligreses.

Nota

Este obituario se publicó también en el prestigioso diario asturiano La Nueva España bajo el título Esteban Menéndez, la bondad natural y pastoral, y con fecha 28 de abril de 2011.

Concejo de Belmonte de Miranda

Oro y tierra, sierras, montañas y valles salen al paso del Pigüeña. Astures, romanos, vaqueiros, así es Belmonte de Miranda, tierra de paso, de pastos y de mestizaje.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Belmonte de Miranda son: Grado, Salas, Somiedo, Teverga y Tineo. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Belmonte de Miranda, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Camín Real de la Mesa

Fue el sueño de un Imperio, el romano, que ambicionaba las riquezas de la tierra y la bondad de sus gentes; es cruce de caminos —el de la Mesa, el de Santiago y la Senda del Oso—. Es el hogar de los osos pardos y Reserva de la Biosfera —la de las Ubiñas-La Mesa—.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Belmonte de Miranda, Candamo, Grado, Las Regueras, Proaza, Quirós, Santo Adriano, Somiedo, Teverga y Yernes y Tameza. Estos concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«Asturias también cuenta con una gran cantidad de ríos y cascadas que atraviesan su territorio. Uno de los ejemplos más destacados es el río Sella, famoso por el Descenso Internacional en Canoa que se celebra anualmente. Los amantes de la aventura pueden disfrutar de actividades como el rafting y el piragüismo en este río y en otros cursos de agua de la región.»

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