Alonso Fernández, Francisco


Resumen

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Oviedo

Parroquia: Oviedo

Entidad: Oviedo

Zona: Centro de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca de Oviedo

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Ciencia y tecnología

Tipo: Médicos

Dirección: Oviedo

Código postal: 33009

Web del municipio: Oviedo

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Oviedo

Descripción

Francisco Alonso Fernández, eminente psiquiatra, neurólogo y psicólogo nacido en Oviedo (Asturias) el 13 de febrero de 1924.

Catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad de Sevilla (1969-77) y de la Universidad Complutense de Madrid (1977-89), de la que es Catedrático Emérito.

Director del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española y Presidente de Honor de la Asociación Europea de Psiquiatría Social. Profesor Honorario por ocho Universidades españolas y extranjeras. Miembro de Honor de Sociedades Científicas de Psiquiatría y Ciencias Psicosociales de catorce países europeos y americanos. Académico del Instituto Mexicano de Cultura y Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Fue el primer presidente de la Asociación Española contra el Alcoholismo y las Drogodependencias.

Doctor honoris causa por las Universidades de Montevideo, Santo Domingo, Maimónides (Buenos Aires) y Fernando Pessoa (Oporto).

Director de la revista Psicopatología y de la Enciclopedia de Psicología y Pedagogía en siete tomos, es autor de cerca de medio centenar de libros (Fundamentos de la Psiquiatría Actual, Las otras drogas, El talento creador, Psicopatología del trabajo, Alcoholdependencia, etc.), algunos de ellos traducidos a otras lenguas, habiendo publicado en los últimos años los siguientes: Historia personal de los Austrias (2000), Claves de la depresión (2001), El enigma Goya (2002), Las nuevas adicciones (2003), Fanáticos terroristas (2004), El Quijote y su laberinto vital (2005), El hombre libre y sus sombras (2006), ¿Por qué trabajamos? El trabajo entre el estrés y la felicidad (2008).

Autor de alrededor de medio millar de trabajos sobre temas científicos, humanísticos e históricos. tiene patentado un método para la detección, el diagnóstico, la clasificación y el seguimiento de la depresión.

Entre sus distinciones cabe destacar: Premio Nacional Rubio de Medicina (1961-62); «Asturiano del Año» (1981); Colegiado de Honor de los Colegios Médicos de Las Palmas (1971), Madrid (1988), Santa Cruz de Tenerife (2005) y Jalisco/México (2006); Honorary Fellow de la American Society of Hispanic Psychiatrists (1988); Premio a la Investigación en Psiquiatría por el Instituto Superior de Estudios Sanitarios de Roma (1988); Cruz de la Orden del Gran Almirante (2003); Medalla de Oro de Socidrogalcohol (2004).

Ocupa la Medalla n.º 16 de la Real Academia Nacional de Medicina, (fecha de ingreso: 5 de junio de 1979; discurso de ingreso: Bases psicosociales del alcoholismo).

SEMBLANZA

Autor: Valentín Martínez-Otero, presidente adjunto del Centro Asturiano de Madrid.

Texto: Palabras de presentación del Dr. Francisco Alonso Fernández durante el acto de entrega del título de «Asturiano Universal».

Fecha: 26 de enero de 2008.

Buenas tardes a todos, Señoras y Señores, bienvenidos al Salón «Príncipe de Asturias» en esta jornada en que las Casas de Asturias en Alcobendas y Alcalá de Henares, así como los Centros Asturianos de Madrid, Toledo y Tres Cantos, entregamos el título de «Asturiano Universal» al egregio Profesor Dr. D. Francisco Alonso-Fernández.

Nuestra Asturias en esta tarde sabatina se enorgullece de uno de sus queridos hijos y a través de cinco embajadas hermanas y hermanadas le nombra oficialmente «Asturiano Universal», merecido reconocimiento a quien, tras ver la luz en la mágica ciudad de Oviedo, la ha ido proyectando generoso por doquier en su dilatada vida. Su culto se ha dirigido a la Psiquiatría, la Ciencia, la Clínica y la Universidad. Éstos son sus credos profesionales a los que se agregan, naturalmente, los del corazón: la familia y la amistad.

Con su larga y fecunda trayectoria ha abierto campaña de humanización a través de la Medicina. Adviertan Vds. este esperanzador mensaje en las propias palabras del Dr. Alonso-Fernández, quien señala en uno de sus numerosos libros que «la medicina humana, al convertirse en ciencia atalaya, desde donde se enfoca al enfermo no sólo como organismo, sino como persona, toma un rango cualitativamente distinto de la medicina veterinaria».

Este eximio Psiquiatra, gran investigador, al que nada humano le es ajeno, comenzó los estudios de primera enseñanza en el Colegio de los Hermanos Maristas de Oviedo. Los años de su infancia y preadolescencia estuvieron condicionados por el compromiso político de su familia de origen. Su padre, por ejemplo, fue perseguido y encarcelado. El estrés generado por la guerra civil le produjo una especie de bloqueo parcial tanto motor como emocional, por cierto harto frecuente entre los muchachos de la época. Con todo, fue estimado como alumno. Completó el bachillerato con dos cursos en la Academia Politécnica de Gijón y el séptimo curso y último en la Academia Hispania de Oviedo. Los profesores le consideraban un alumno capaz, si bien reconocen que era algo indisciplinado.

Inició la carrera de Medicina en 1941. A partir de ese momento se tomó muy en serio el estudio. Trasladado a Salamanca, superó los cuatro últimos cursos de Medicina en el plazo de dos años y medio, a través de la enseñanza libre, mucho más dura que la oficial. El fermento de su inclinación por la carrera de Medicina cabe encontrarlo en las ejemplares condiciones personales encarnadas en los médicos urbanos y rurales, de izquierdas y derechas, relacionados de algún modo con el ámbito familiar. Es de destacar, por cierto, que los médicos españoles republicanos y nacionales exhibieron, en general, durante el conflicto bélico una brillante profesionalidad y un profundo sentido humanitario en la línea de lo establecido por la Convención de Ginebra y el espíritu hipocrático. Sin duda, una luz en la oscuridad de la conflagración que iluminó a nuestro protagonista.

Antes de concluir Medicina, el Dr. Alonso-Fernández escuchó la llamada de la Psiquiatría, acaso por contemplar esta especialidad como el sector más global y antropológico de cuantos constituyen el espectro médico. Desde luego, contribuyó también a esta vocación sus colaboraciones con un tío suyo, que dirigía un sanatorio psiquiátrico en Oviedo.

Al terminar la licenciatura de Medicina en 1948 fue nombrado médico de guardia en el Hospital Psiquiátrico de La Cadellada, de Oviedo. Sin embargo, con la pretensión de mejorar su formación se trasladaba de vez en cuando a Madrid, donde, tras contactar con los servicios psiquiátricos de los Doctores Vallejo Nájera y López Ibor, limitó su relación a este último. A la postre, ha sido y es un científico independiente. Digno servidor de la cultura, la sociedad y la investigación a través de su gran pasión: la Psiquiatría.

Mediante concurso-oposición nacional alcanzó en 1949 la Jefatura de los Servicios Provinciales de Higiene Mental y Toxicomanías, del Instituto Provincial de Sanidad de La Coruña. Poco tiempo después se casó con M.ª Dolores San Martín, compañera desde la infancia, vetustense también, ambos vecinos de la emblemática calle Uría.

En el terreno médico y con clara orientación social, concentró sus esfuerzos en la enfermedad alcohólica, sobre la que ha realizado numerosas investigaciones y publicaciones. Es en aquel tiempo cuando escribió un tratado de Psiquiatría en dos tomos titulado Fundamentos de la Psiquiatría actual, con un total de más de dos mil páginas.

Superadas las intrigas para que no obtuviese una cátedra universitaria, fue destinado como flamante catedrático a la Universidad hispalense, donde asumió entre otras las siguientes iniciativas, por cierto sin precedentes en España: creación de la especialidad de Psiquiatría en la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios, apertura de la Escuela de Psicosociología para Asistentes Sociales y profesiones afines, inauguración del departamento hospitalario de Psiquiatría con una dotación distribuida en tres secciones, así como la propuesta de creación de una cátedra de Psiquiatría Infantil. A todo ello se suman múltiples cursos, congresos y otras actividades realizadas con el concurso de un selecto plantel de colaboradores.

En el plano docente, el Dr. Alonso-Fernández, maestro de maestros, se encargó inicialmente de las asignaturas de Psiquiatría y Psicología Médica, y durante algún tiempo también de Antropología. Es muy elocuente, por ejemplo, de su profundo magisterio que siempre haya enfocado la Psicología Médica como la disciplina encaminada a capacitar a todo médico para que comprenda al enfermo. El programa de esta asignatura se canalizó hacia el estudio de la persona en situación de enfermedad, en cuanto ser psicosocial. Ésta es sin duda una muestra de los bienes que nuestro «Asturiano Universal» ha sembrado a lo largo de su vida universitaria. La cosecha grande y buena. Y sigue irradiando su sabiduría.

Pese a los muchos escollos e impresiones negativas optó por presentar en 1974 su candidatura al Concurso Nacional para cubrir la Cátedra de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, el puesto psiquiátrico español de mayor responsabilidad universitaria, sobre todo en lo referente a las relaciones internacionales. Conquistada la plaza viró el rumbo del Servicio de Psiquiatría del Hospital San Carlos, lo que permitió una mejor atención a los enfermos.

Nuestro querido homenajeado, lleno de energía y de ilusión, de experiencia y de esperanza, de amor y de ciencia, ha dedicado especial atención a la Psicopatología, que, como él mismo precisa, es, sobre todo, una psicología de lo patológico. No nos sorprende esta arraigada vocación. Su capacidad de sintonizar con los enfermos y su conocimiento del dolor, el sufrimiento, la frustración y la soledad le permiten penetrar en el alma humana y curar sus heridas.

Merced a la dedicación a la Psiquiatría del Dr. Alonso Fernández y de otros médicos en su estela, muchos formados por él, se va desvaneciendo el estigma que aún gravita sobre los enfermos psiquiátricos. Vienen, de hecho, a nuestra memoria los versos sabios del eximio poeta Antonio Machado extraídos de su poema «El loco»:

Por un camino en la árida llanura,

entre álamos marchitos,

a solas con su sombra y su locura

va el loco, hablando a gritos.

El loco vocifera

a solas con su sombra y su quimera.

Es horrible y grotesca su figura;

flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,

ojos de calentura

iluminan su rostro demacrado.

(...)

No fue por una trágica amargura

esta alma errante desgajada y rota;

purga un pecado ajeno: la cordura,

la terrible cordura del idiota.

En este poema de sabor quijotesco, la triste figura del enfermo mental se aleja de la ciudad hostil: el estresante y excluyente laberinto urbano construido por los cuerdos oficiales. Hoy, como ayer, ni son todos los que están ni están todos los que son, pero es cierto que los que son y están reciben un trato más humano y científico gracias al buen hacer de Psiquiatras como el Dr. Alonso Fernández. Estudiar la enfermedad mental y tratarla con la medicina de la empatía y de la investigación son formas laudables de servir al ser humano.

Van quedando atrás los tiempos oscuros en que, como ha denunciado, entre otros, el intelectual francés Foucault el denominado «loco» era sistemáticamente apartado, confinado y marcado, a menudo de por vida. No es casualidad que el Dr. Martí Tusquets, compañero y amigo del Dr. Alonso Fernández, haya señalado que la Psiquiatría, en la mentalidad de nuestro homenajeado, se nutre de la rehumanización. De hecho, el término «socialización» adquiere en su vida y en su obra todo su prestigio semántico, muy separado de aspectos burocráticos, y absolutamente enraizado en la medicina antropológica más auténtica. Nos recuerda por ello el Dr. Martí Tusquets que nuestro eximio paisano, superando estereotipos anticientíficos, demuestra que entre los enfermos psíquicos son muchos menos los que hacen sufrir a los demás que los que sufren a causa de su trastorno en medio de la incomprensión ajena.

El Dr. Alonso Fernández ha cultivado con gran fecundidad entre otros campos científicos el de la Psiquiatría transhistórica y el de la fenomenología, convertida en uno de los ejes de la moderna Psiquiatría por permitir la comprensión profunda de los enfermos o el análisis de su sintomatología psíquica. Incluso ha aplicado con éxito el método fenomenológico para estudiar la genial novela cervantina, según queda reflejado en el excelente libro El Quijote y su laberinto vital, publicado por la editorial Anthropos. En este «pequeño gran libro», a la vez científico y ensayístico, que toda persona culta debiera leer, se realizan trascendentes aportaciones a la comprensión de la magna novela de nuestra primera pluma y particularmente de los dos personajes principales. El Dr. Alonso-Fernández identifica en esta joya literaria del príncipe de nuestras letras tres registros interpretativos y estructurales: la realidad del hidalgo Alonso Quijano, la espiritualidad o donquijotismo y el mito o socratización de Sancho. Tomando como base estos tres niveles, que no quiebran la unidad de esta obra profunda, plural y compleja, el Prof. Alonso-Fernández se adentra valientemente por la novela laberíntica, sobre la que aún se ciernen muchas sombras, y va alumbrando magistralmente al lector en los quince capítulos de que consta el libro. El estudio realizado, en conjunto y en sus diversas partes, resulta ordenado, original y preciso por la exploración y categorización psicopatológicas del hidalgo manchego, y precioso por el lenguaje riguroso, pulcro, cultivado y de elevada calidad literaria. Sin lugar a dudas, se trata de un texto en el que se funden admirablemente realismo y humanismo psiquiátricos. En sus páginas de rica y sabia prosa queda absorbida la atención del lector de principio a fin, pues a los datos, matices y comentarios registrados en clave científica se agrega el estilo ágil, firme y rítmico del ensayista prolífico, algo verdaderamente inusual en nuestros días. El mérito del libro es, por tanto, doble.

Una de las mayores contribuciones del libro El Quijote y su laberinto vital corresponde al análisis psiquiátrico realizado y que recorre gran parte del libro. El excelente estudio psicopatológico de Alonso Quijano, autoconvertido en Don Quijote, posibilita una más honda comprensión de la «locura lúcida» del protagonista y, por ende, de toda la novela. El libro nos descubre su magnitud psiquiátrica por la primicia diagnóstica sobre el hidalgo y que se condensa en sus páginas como un episodio maníaco propiciador de la metamorfosis delirante megalomaníaca. La prodigalidad de argumentos aportados por el Dr. Alonso-Fernández resultan incontestables y confieren a su libro la condición de hito psicopatológico para la comprensión del Quijote. Toda una lección médico-antropológica, fruto de un trabajo serio, sistematizado y brillante, que dilata el conocimiento de la obra esencial, universal y perenne de nuestra literatura. Como ha dicho desde la Universidad Peruana Cayetano Heredia el Profesor Javier Mariátegui, el examen psicopatológico que sobre el Quijote ha realizado el Dr. Alonso-Fernández ha agotado la cuestión, de manera que emprender de nuevo esa tarea analítica resultaría estéril.

Entre las numerosas aportaciones científicas del Dr. Alonso-Fernández se ha de citar la elaboración de un Cuestionario Estructural Tetradimensional para la Depresión (CET-DE), la única prueba diagnóstica de la depresión existente en el mundo que se halla sistematizada en cuatro dimensiones y que permite la plasmación gráfica de los resultados. El Dr. Alonso-Fernández ha escrito aproximadamente cincuenta libros de temática diversa y cerca de medio millar de artículos publicados en revistas científicas españolas y extranjeras. Asimismo, es director y fundador de la Revista Psicopatología. A la copiosa producción científica se agrega el creciente cultivo del ensayo, lo que se ha traducido en la publicación de diversos libros, como: Estigmas, levitaciones y éxtasis, Psicología del terrorismo, El talento creador y El hombre libre y sus sombras, entre otros. Por esta vía se ha adentrado con sagacidad en las esferas de la religión, la sociedad, la creatividad y esa clave existencial humana que es, a un tiempo, la razón y la libertad.

Fruto de sus estudios, ha publicado muchos trabajos sobre personajes egregios del arte y la historia, lo que le ha permitido abrir caminos en los terrenos del psicoarte y la psicohistoria. Así, por ejemplo, las investigaciones sobre Franz Kafka o Francisco de Goya. Sobre este último merece destacarse el libro: «El enigma Goya. La personalidad de Goya y su pintura tenebrosa», una monografía de investigación y ensayo, ya referencia obligada, publicada por Fondo de Cultura Económica, en la que analiza al hombre y al pintor genial tanto trasversal como longitudinalmente.

En el campo de la psicohistoria, en el texto Historia personal de los Austrias españoles, el Dr. Alonso-Fernández estudia a cinco monarcas, especialmente a Felipe II, en el que detecta un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad. Por su parte, Carlos V, sumido durante los últimos años de su vida en la depresión, adoptó una postura pasional fanática presionado por un sentimiento de culpa que le conducía, por ejemplo, a acusarse de no haber sido más enérgico con los herejes y haber respetado la vida de Lutero. Se patentiza con este trabajo que la enfermedad depresiva ha desempeñado un papel fundamental en la Historia de España al haber transformado la mentalidad flexible y generosa de Carlos V en un talante dominado por el fanatismo, que transmitió la postura religiosa intolerante a su hijo.

Con todo, el Dr. Alonso-Fernández brinda por la salud mental y la cultura de la vida. Insiste en que la distribución equilibrada del tiempo existencial entre trabajo, descanso, relaciones sociofamiliares y libertad ofrece la plataforma idónea para la salud mental en todas las culturas. Y en ese sentido de armonía vital es un verdadero paradigma, porque en el plano laboral, a todo lo que llevamos dicho, han de sumarse, entre otros, los siguientes méritos y distinciones: Académico de la Real Academia Nacional de Medicina, Director del Instituto de Psiquiatras de Lengua Española, Presidente de la Asociación Europea de Psiquiatría Social, Profesor Honorario de las Universidades de México D.F., Lima, La Habana, Carabobo (Venezuela), Ibiza-Internacional, Autónoma de Madrid y Guadalajara (México), así como Doctor Honoris Causa por las Universidades de Montevideo, Santo Domingo, Maimónides (Buenos Aires) y Fernando Pessoa (Portugal). Ha pronunciado cientos de conferencias y ponencias, ha dirigido 50 tesis doctorales y ha impartido numerosas asignaturas de su especialidad, así como cursos en decenas de Universidades de Europa y América. En el año 2002 la prestigiosa revista Anthropos le dedicó un número monográfico titulado «Francisco Alonso-Fernández. Psiquiatría en la clínica, en la sociedad y en la cultura», en el que escriben laudatoriamente sobre él, entre otros, Amador Schüller, Gustavo Bueno, Antonio Fernández da Fonseca, Gregorio Gómez-Jarabo, Héctor Pérez-Rincón y un largo etcétera.

El Dr. Alonso-Fernández confiesa que ha vivido y propugna el primum vivere, deinde laborare. ¡Quién lo diría, con obra tan fecunda! Aunque lo cierto es que ha sabido conceder al trabajo un puesto primordial, sin haber sido absorbido por las ocupaciones, sin convertirse en un adicto al trabajo, cuestión a la que, por cierto, ha dedicado diversos estudios. De hecho, sostiene que las adicciones sociales o comportamentales, por ej., al trabajo, al alimento, a las compras, a la televisión, a internet, al sexo y al juego representan un campo psicopatológico específico de la modernidad, en gran medida porque cada vez más personas optan por una vía de evasión ante la prisa, la rigidez horaria o el tedio existencial. La libertad con él se muestra orgullosa, porque gracias a sus estudios cada vez más personas son iluminadas con su antorcha.

El Dr. Alonso-Fernández no ha tenido tiempo para aburrirse. Le acompañan sus seres queridos. Con él, siempre su esposa, Mari, las tres hijas (dos psiquiatras y una psicóloga), los tres yernos (dos psiquiatras y un economista) y, cómo no, los nietos. También sus muchos amigos. Todos hacemos esta tarde causa común para entregarle un título, el de «Asturiano Universal», que es, a la vez, bandera de reconocimiento a la humanitaria labor social, cultural y científica que trasciende fronteras y flor hermosa que brota agradecida del corazón y del alma de sus paisanos.

¡Muchas gracias y enhorabuena!

Concejo de Oviedo

Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa… y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Oviedo son: Grado, Langreo, Las Regueras, Llanera, Mieres, Ribera de Arriba, Santo Adriano y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Oviedo, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de Oviedo

Está en el corazón de Asturias y su capital, Oviedo, es la del Principado y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Oviedo. Estos concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«En resumen, Asturias es un verdadero paraíso natural con sus impresionantes montañas, costas escarpadas y encantadores pueblos. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la serenidad de entornos naturales hermosos.»

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