Pedregal Sánchez-Calvo, José Manuel


Resumen

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Oviedo

Parroquia: Oviedo

Entidad: Oviedo

Zona: Centro de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca de Oviedo

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Política y empresa

Tipo: Políticos

Dirección: Oviedo

Código postal: 33009

Web del municipio: Oviedo

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Oviedo

Descripción

Autor: Alberto del Río Legazpi*, escritor e investigador histórico

Fecha: 12 de agosto de 2009

Cierto es que Julián García San Miguel es uno de los más singulares personajes políticos del Avilés entre siglos XIX y XX, por su condición de prohombre político triunfante y a cuya familia ennobleció, con el título de marqués de Teverga, aquel calzador real italiano que fue Amadeo de Saboya que trajo, luego, con su abdicación al trono, la I República española.

Y si tan cierto es lo anterior, no lo es menos el que José Manuel Pedregal le arrebató el protagonismo político que el noble tenía en Avilés. Pero fue culpa del marqués, que se durmió en los laureles de treinta y ocho años triunfales como diputado a Cortes por Avilés y un amplio distrito de concejos próximos. Años donde florecieron el caciquismo, los trapicheos de votos, los favoritismos... Lo de siempre.

A esto se añade que en ese interregno la prensa irrumpió —por primera vez— para influir, de notable manera, en la opinión pública y ejercer —a partir de entonces— un protagonismo de primer orden. Así que si el marqués tenía un periódico a su disposición ideológica y propagandista, como «El Porvenir de Avilés», a José Manuel Pedregal sus partidarios le pusieron otro medio de comunicación escrito al punto: «La Voz de Avilés». Así que informativamente equilibrados, merendóle Pedregal la representación como diputado en Madrid al de Teverga.

Hay un termómetro infalible en el Avilés de finales del siglo XIX y todo el siglo XX: la denominación de las calles. Lo podemos ejemplarizar en la calle de La Cámara, la más moderna y entonces más creciente en su urbanización, una especie de signo del avance histórico avilesino. Esa calle llevó el nombre de García San Miguel desde el 12 de mayo de 1897 hasta que en 1923 se pasa a denominar de José Manuel Pedregal… porque fue hasta esa fecha cuando éste derrotó en las urnas al marqués y monopolizó las sucesivas elecciones por Avilés a diputado en Madrid durante una larga temporada.

Hay que aclarar que en 1913 y al fundar Melquíades Álvarez el partido reformista, Pedregal se integra en él dentro la tendencia republicana de dicha formación. Tenía muy claro el régimen de gobierno de España.

Era este Pedregal, nacido en Oviedo y residente en Avilés desde su casorio, de familia adinerada, con postín social y capital en propiedades. Siguiendo los caminos que venía marcando la historia, el patrimonio —al menos en su caso— no estaba reñido con la cultura, ni con su creencia de la redención de la pobreza por medio de la educación y de la formación de asociaciones políticas o con los declarados afanes socio-económicos reivindicativos, cuyo caso más claro era el del creciente partido socialista fundado por Pablo Iglesias.

Así como el marqués de Teverga marcó hitos en el progreso industrial de Avilés, Pedregal fue el político culto, que se molduró en la tarea de afinar la convivencia y el progreso, por ejemplo, por medio de la educación en ciudades que, como era norma general en toda España, presentaban escandalosos niveles de ignorancia. Así que no extrañe que en su etapa se ponga en marcha en Avilés el primer instituto de enseñanza media. Predicaba progreso y moderación con logros muy efectivos en obras públicas tanto en Avilés como en Asturias en general.

Aquí es donde hay que apreciar la labor universalista de los escasos políticos que como Pedregal, con esa impronta que le da (cierto que gracias a sus posibilidades económicas familiares) el haberse formado en fundaciones vanguardistas —por aquel entonces en España— como la Institución Libre de Enseñanza, de la que años más tarde (en 1917) llegaría a ser presidente. Cargo que sólo consigue alguien con una gran cultura. Un organismo donde a lo largo de más de un siglo, la obra y la influencia de los hombres y mujeres formados en él y demás centros creados por ella, ha sido de una importancia incalculable para España.

Cuando nuestro Pedregal fue presidente de esa Institución, en uno de sus organismos dependientes —la famosa Residencia de Estudiantes— ya estaba instalado el cineasta Luís Buñuel y al poco tiempo llegarían allí, para formarse, el poeta granadino García Lorca y el catalán Salvador Dalí.

Era persona, José Manuel Pedregal, de contrastada profesionalidad y encanto personal, imprescindibles dotes para ejercer en la alta política. Por eso no extrañe que llegara a ser ministro de Hacienda, en 1922. Claro, que de casta le viene al galgo, pues su padre Manuel Pedregal Cañedo lo fue con en 1873. Su hijo lo superó, tanto en número de cargos ostentados como en la gran y educada influencia que ejerció en Avilés, Asturias y Madrid. En su cargo ministerial tuvo la suerte, quiero creer, de tener como secretario privado a su cuñado el escritor y filósofo Estanislao Sánchez Calvo. Posteriormente fue Pedregal presidente del Consejo de Estado durante la II República

Nació en Oviedo en 1871 y caminó en su vida por uno de los periodos más tormentosos de la reciente historia de España: Revolución de 1934, proclamación de la II República y la dantesca Guerra Civil de 1936. Le tocó morir en 1948, en Avilés.

José Manuel Pedregal Sánchez-Calvo fue un personaje extraordinariamente culto con una excelente música política. Aunque no del gusto de muchos, resulta hoy música muy afinada. Diríase que una sinfonía perfectamente armonizada, aunque algunos crean que ha sido derrotada.

No hay revoluciones ni guerras que derroten a la música, porque ella se alberga en el cerebro y en el corazón. Ella es la vida.

NOTA

(*) Este texto fue publicado también por su autor en el diario La Nueva España de Oviedo (serie «Galería de personajes del Avilés milenario»), el sábado 12 de marzo de 2005, bajo el título «J. M. Pedregal, afamado y afinado republicano».

Concejo de Oviedo

Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa… y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Oviedo son: Grado, Langreo, Las Regueras, Llanera, Mieres, Ribera de Arriba, Santo Adriano y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Oviedo, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de Oviedo

Está en el corazón de Asturias y su capital, Oviedo, es la del Principado y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Oviedo. Estos concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

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«Festival de la Sidra Natural de Nava: La sidra es un elemento central en la cultura asturiana, y el Festival de la Sidra Natural de Nava es una celebración que gira en torno a esta bebida emblemática. Durante el evento, se realizan competiciones para escanciadores de sidra (personas que sirven la sidra desde lo alto para oxigenarla), se degustan diferentes variedades de sidra, se disfruta de música tradicional y se llevan a cabo actividades relacionadas con la cultura asturiana.»

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