García Díaz, Obdulia


Resumen

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Avilés

Parroquia: Avilés

Entidad: Avilés

Zona: Centro de Asturias

Situación: Costa de Asturias

Comarca: Comarca de Avilés

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Arte, cultura y deporte

Tipo: Pintores

Dirección: Aviles

Código postal: 33402

Web del municipio: Avilés

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Avilés

Descripción

  • Autor: Ramón Baragaño*, escritor e investigador.

Obdulia García Díaz nació el 26 de marzo de 1908 en Avilés, en la calle del Rivero, cuarta de los seis hijos (Constantino, Manuel, María, Obdulia, Oliva y José) de un modesto carpintero y constructor de carros. Inició sus estudios en el colegio público de San Francisco y en el Liceo, situado en el palacio de García Pumarino o Llano Ponte (hoy Multicines Marta), y después los amplió en la Escuela de Artes y Oficios, donde fue alumna del pintor Manuel Soria y pronto destacó por su facilidad para el dibujo, asignatura en la que obtuvo calificación de sobresaliente en los cursos de 1926 y 1928. Este estímulo, unido al gran ambiente artístico que por entonces vivía su villa natal, impulsado por la Sociedad de Amigos del Arte de Avilés y por el crítico y académico José Francés, sin duda determinó a Obdulia a convertirse en la primera mujer avilesina que realizó los estudios oficiales de Bellas Artes (aunque parece que anteriormente María Galán Carvajal había asistido a algunos cursos de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, no llegó a concluirlos), rompiendo con el papel tradicional que aquella sociedad asignaba a las mujeres.

Aconsejado seguramente por Manuel Soria, el padre de Obdulia, José García, decidió solicitar ayuda económica a sus dos hijos mayores, que habían emigrado a Chicago (Estados Unidos de América), con el fin de que la joven pudiese estudiar en Madrid. Es digna de destacar la actitud poco frecuente por entonces de José García, hombre de muy modesta economía, de facilitar estudios a sus hijas, ya que también intentó que la menor, Oliva, se hiciera maestra.

En 1929 Obdulia se estableció en la capital de España para preparar las pruebas de ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Aunque suspendió en el examen ordinario de junio, logró aprobar en octubre, lo que le permitió matricularse y estudiar la carrera durante los cuatro años siguientes. Durante su estancia en Madrid vivió con muchas estrecheces económicas, por lo que cambió varias veces de domicilio, siempre en modestas casas de huéspedes. En los veranos volvía siempre a Avilés. En agosto de 1932 expuso por primera vez sus obras en la colectiva organizada en las salas de la Escuela de Artes y Oficios por la Sociedad de Amigos del Arte de Avilés y opositó, sin éxito, a una beca de estudios de la Diputación Provincial de Oviedo. Al año siguiente obtuvo el título oficial de profesora de Dibujo, lo que la convirtió en la primera avilesina licenciada en Bellas Artes. En agosto de 1934 volvió a participar, con dos bodegones y un retrato al óleo, en la Exposición de Artistas Asturianos celebrada en la Escuela de Artes y Oficios y organizada de nuevo por la Sociedad de Amigos del Arte de Avilés. La muestra constituyó un gran éxito de público y de crítica, pero no de ventas, lo que le hubiera venido muy bien a la modesta economía de la familia de Obdulia.

Mientras esperaba un destino profesional, dio clases a domicilio de dibujo y de bordado. Siguieron tiempos difíciles (la revolución de octubre de 1934 y la Guerra Civil de 1936), en los que continuó pintando y dibujando retratos, algún paisaje, bodegones, la iglesia vieja de Sabugo... Al término de la contienda en Avilés (octubre de 1937), el párroco de la iglesia nueva de Santo Tomás de Cantorbery, Mateo Valduenza, le encargó la restauración de las cinco grandes pinturas, obra del sacerdote y pintor Félix Granda Buylla y de su discípulo Juan José García, que decoraban el altar mayor y que habían resultado deterioradas por haber sido utilizado el templo como almacén de intendencia de las tropas republicanas. A pesar de que la tarea era difícil y no retribuida, Obdulia logró, tras varios meses de esfuerzo, concluir con éxito el encargo.

Necesitada de un trabajo estable y remunerado, logró por oposición, en 1939, la plaza de profesora de Dibujo en la Escuela de Trabajo de Astorga (León), cargo que poco después compatibilizó con clases de la misma materia en la Nueva Academia, un centro privado de enseñanza. En los períodos vacacionales regresaba siempre a Avilés. El 3 de febrero de 1942, cuando aún no había cumplido los treinta y cuatro años de edad, falleció en Astorga, a consecuencia de una rápida enfermedad, esta malograda pintora avilesina. Años después, el 9 de noviembre de 1959, sus restos fueron trasladados al panteón familiar del cementerio de La Carriona.

Lamentablemente su villa natal no organizó ningún acto en homenaje póstumo a Obdulia García, cuyas obras no figuraron en ninguna de las grandes exposiciones colectivas dedicadas a los artistas avilesinos. Solamente la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, en agradecimiento a su trabajo desinteresado en la recuperación de las pinturas del altar mayor, ofició un funeral de primera en su memoria a los pocos días de su muerte. La artista no había logrado nunca exponer de forma individual sus obras en Avilés. Por fin, en el año 2000, Ramón Rodríguez, después de una intensa investigación, publicó su biografía y organizó una exposición en la Casa Municipal de Cultura de Avilés con los cuadros que conservaban familiares y amigos. Gracias a esta labor se recuperó la memoria de esta interesante pintora, de no muy extensa obra, de vida plagada de dificultades y fallecida en plena juventud sin haber podido desarrollar plenamente su gran vocación.

Nota

(*) Este texto se publicó también en el diario La Voz de Avilés-El Comercio, con fecha 5 de febrero de 201 y título Obdulia García, malograda pintora avilesina, en la sección «Pliegos del alfoz» que Ramón Baragaño dedica a investigaciones locales.

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La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Avilés, Castrillón, Corvera de Asturias y Illas. Estos concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

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